¿CÓMO BUSCAR UN CUIDADOR Y NO MORIR EN EL INTENTO?

En estas fechas es muy común tener que elegir un cuidador para nuestros familiares y no saber muy bien, ni cómo hacerlo, ni dónde dirigirnos. Para ayudaros en ello hemos creado este post, que lo hemos dividido en cinco bloques: necesidades generales, específicas, dónde buscar un cuidador, la entrevista y por último la intuición y las referencias.

I. NECESIDADES GENERALES

La primera pregunta que debemos hacernos es ¿qué necesidades tenemos todos los seres humanos?, no solo las específicas de la dependencia de mi familiar. ¿Por qué recalco esto?

Porque el verdadero fallo que tenemos cuando seleccionamos  es pensar sólo en los aspectos puramente fisiológicos.

Para explicar este punto me centraré en la Teoría de las Necesidades y Jerarquías de Maslow. Según este psicólogo humanista, nuestras acciones van encaminadas a cubrir ciertas necesidades, que son jerarquizables, y van desde las  básicas a las más elevadas. Todos los seres humanos aspiramos a la cúspide de la pirámide (la autorrealización) pero para llegar a ésta, tenemos que cubrir por estadios, los siguientes escalones:

PIRÁMIDE DE MASLOW

  1. Las necesidades fisiológicas: Son fundamentalmente de tipo biológico y son las que nos permiten sobrevivir, se trata de la respiración, comer, beber, el sexo (os habéis fijado en ancianos, masculinos sobre todo, y cómo este  tema puede ser muy doloroso para ellos, e incomprendido socialmente).
  2. Las necesidades de seguridad: Necesitamos sentirnos protegidos saber que nuestra vida no corre peligro y que podemos llevarla a cabo con cierta estabilidad. Aquí nos encontraríamos la seguridad física, la psicológica, el empleo, ingresos económicos y recursos suficientes, la seguridad familiar y la salud.
  3. Las necesidades sociales: También llamadas de afiliación. Se trataría de las relaciones interpersonales, del amor, el afecto, la pertenencia a un grupo social. Buscan superar los sentimientos de soledad. A día de hoy en todos los estudios serios sobre la felicidad, esta necesidad es crucial y básica para un buen estado de ánimo. Así que tenerla en cuenta cuando programéis las actividades que debe realizar el cuidador con vuestro familiar.
  4. Necesidades de reconocimiento: las personas necesitan sentirse seguras de sí mismas, ver reconocido su valor, tanto por ellas como socialmente. Si esta necesidad no está satisfecha tendremos problemas serios de autoestima. Y como ya sabemos todos, lo psicológico y lo físico van unidos de la mano, si sueltas una la otra se pierde.
  5. Necesidad de Autorrealización: Esto va en la línea de lo que Viktor Frankl diría:

«Buscar un sentido a la vida». Otro aspecto relevante y crucial para mantener cierto grado de bienestar. Se trata de aspectos morales, espirituales, de realizarse como persona. Siempre estamos aprendiendo y nos podemos automotivar y realizar,

pensar que porque mi padre madre ya tiene cierta edad no va a aprender es un error, como hemos dicho muchas veces en eCreciendo la edad cronológica en un tic mental erróneo y todos tengamos la edad que tengamos necesitamos tener cubiertas estas fases.

II. NECESIDADES ESPECÍFICAS

La mayoría sabemos detectar que necesidades fisiológicas tiene nuestro familiar. Contamos ya, con numerosos informes médicos que demuestran lo que le sucede a este respecto cuando tomamos la decisión de buscar un cuidador.

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Estas necesidades son relativamente “fáciles” de cubrir. Se trata de la manutención, aseo, labores de la casa, gestiones bancarias, médicas, etc. “No se necesita una preparación específica” o para ser más concreto,

en nuestro país, se está cubriendo con personas que no tienen esa preparación, pero nuestra recomendación es que busquéis a personas preparadas.

Un auxiliar de enfermería, geriatría, enfermeros/as saben cómo movilizar a un anciano sin dañarle, como alimentarle sin ahogarles, o cómo administrar oxígeno, u otras cuestiones propias de la enfermedad. Hay muchos cursos del SEPE  y ONGs  que forman especialistas en estas áreas, y los precios desgraciadamente para este sector no varían mucho con respecto a una persona no cualificada.

En el caso de las necesidades psicológicas o emocionales, cómo ya hemos expuesto en el anterior punto son realmente importantes.  Cuando se busca un cuidador parece que estos aspectos pasan desapercibidos.

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Recomendaciones. Establecer un plan de acción, en el que se cubran estas áreas:

Destacar también en éste punto: la música, la alimentación, y la creatividad o belleza. Rodear a las personas de colores y cosas bonitas genera lo que llamamos “buen rollo”, que traducido al lenguaje cerebral sería aumento de dopamina.

III.  ¿DÓNDE BUSCAR UN CUIDADOR?

Antonio Cintado eCreciendo. Todos los derechos reservados

  • Poner un anuncio: Por ejemplo la página más conocida es milanuncios, segundamano, tablóndeanuncios.com…
  • En agencia, o solicitarlo en el servicio público de empleo.

IV. LA ENTREVISTA

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En este aspecto vamos a valorar fundamentalmente dos aspectos:

  • La aptitud: Es la capacidad para operar competentemente en una actividad.
  • La actitud: Es la disposición para realizar dicha actividad.

Lo más importante y básico, es que al cuidador le gusten las personas mayores, sea una persona con paciencia y benévola.

Hay dos formas de enfocar la entrevista: como una reunión de amigos, irse a tomar un café que te hable de su vida, de sus intereses, de cómo trabajaba, dónde, porqué lo dejo etc. O prepararse una entrevista estructurada y sistemática.

La primera tiene la ventaja de que el candidato se relaja, tú también y al final os conocéis mejor. Aunque él/ella van a venderse y te pueden engañar, no es fiable, al 100%.

La segunda, es que marcas distancia, preguntas exactamente lo que quieres preguntar, evalúas el nivel de conocimientos de la persona y es más difícil que te engañen. Lo ideal es hacer una mezcla de las dos.

Lo primero que hacemos es conocer su nombre y apellidos y determinar si prefieren que les llamemos de usted o de tú. Parto de la base que escogemos como candidatos a profesionales, en este caso un auxiliar de enfermería o titulación afín.

Valorando la aptitud

  • Aquí tenemos que valorar si los conocimientos que dice tener los tiene. En función de las necesidades específicas de mi familiar centraré más las preguntas en un aspecto u otro. La línea a seguir, es:
    • En primer lugar, preguntar por qué eligió ese tipo de trabajo. Mucha gente lo escoge por necesidad, y tiene muy poca vocación. ¡¡ ojito con estas personas!! Pueden tener limpísimo a vuestro mayor, pero iniciativa para mejorar su calidad de vida, van a tener poca.
    • Su experiencia anterior: funciones que realizaba, que es lo que más le gustaba, lo que menos.
    • Preguntas específicas en función de las necesidades de nuestro mayor. ¿Cómo se organiza para que no se le olvide dar la medicación a un enfermo? ¿Cómo baña a una persona encamada? ¿o la alimenta? ¿Qué hace para que la persona mayor se sienta activa y más feliz?… Ejemplos para detectar si mi padre, madre, familiar tiene una urgencia médica.

Aquí estamos valorando que las necesidades fisiológicas y psicológicas estén cubiertas. Ahora vamos a lo complejo:

Valorando la actitud

La motivación es lo más importante, el cariño, el afecto, el estar atento a las necesidades y gustos de nuestro mayor.  El que nosotros observemos, que tal y como es nuestro familiar, entre ellos pueda haber química. Compartir la vida con un desconocido no es absolutamente nada fácil.

El tema de la actitud en una entrevista siempre es más difícil de valorar. Puedes hacer pequeñas pruebas, cómo hacemos en selección.

  • Deja al cuidador un rato con tú familiar, cinco o diez minutos, y observa cómo reacciona.
  • Puedes pedirle un favor pequeño y observa si pone excusas o es predispuesto.
  • Describe una situación compleja y pídele que te diga cómo lo resolvería ella/el.
  • Pregúntale sobre sus gustos, sobre la última película vista o el último libro leído. Eso te dice mucho de la personalidad.
  • Pregúntale cuál es el acto de generosidad más importante que ha hecho en su vida. O cómo intenta demostrar solidadaridad con los demás.
  • Y qué hace él/ella para mejorar la calidad de vida de las personas que cuida.

Estos son unos ejemplos pero hay muchos más. Pero al final tomamos la decisión en función de:

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V. LA INTUICIÓN Y LAS REFERENCIAS

 La ciencia ha tenido que admitir que el 90% de nuestras decisiones son intuitivas.  Lo que nos hace sentir una persona u otra no es lo mismo. ¿Por qué hay personas que no las conoces y sientes rechazo y otras que te encantaría conocer? En fín…somos pura química.

Ya tenéis unos consejos para seleccionar a alguien que vaya a cuidar a vuestro familiar, ahora os tenéis que guiar por el instinto y os recomendamos pedir referencias de sus anteriores trabajos. Con caútela en este último punto. Que estamos valorando la opinión de dos partes. No tiene porque llevar razón el empleador anterior. Y si no fijaros en la película Intocable ;-).

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Artículo escrito por Nuria Carpeño García cofundadora de eCreciendo.